En un llamado técnico y político desde la Universidad Militar Nueva Granada, el expresidente y Nobel de Paz Juan Manuel Santos expresó su preocupación por la actual política de «paz total» del Gobierno Petro, advirtiendo que la falta de planeación y el debilitamiento de la capacidad operativa del Estado están generando consecuencias graves en materia de seguridad.

Durante su intervención, Santos contrastó su experiencia en la negociación con las Farc con la actual estrategia gubernamental:

“Una negociación de paz necesita planeación. Se necesita saber con quién se sienta uno, qué tanta fuerza hay, qué se ofrece, qué marco jurídico se va a utilizar (…) Nada de eso se hizo”, dijo, refiriéndose al acercamiento simultáneo con 14 grupos armados.

El expresidente criticó que el Estado haya validado y articulado a diversos actores armados sin suficiente análisis previo, asegurando que estas decisiones fortalecieron a grupos que antes no tenían cohesión ni reconocimiento. Como ejemplo, mencionó el traslado de voceros de distintas disidencias en helicópteros del Estado al Yarí (Caquetá y Meta), donde se formalizó su carácter como “Estado Mayor Conjunto de las Farc”.

En ese contexto, Santos alertó sobre la reducción del pie de fuerza y la falta de recursos para mantener operativos elementos clave como los helicópteros militares:

Hoy, dos de cada tres helicópteros están inmovilizados. Uno se pregunta si no sería más útil destinar los recursos de la paz total a reactivar esas capacidades o a frenar la disminución de más de 50.000 hombres en las fuerzas”, cuestionó.

Pese a sus críticas, el expresidente aseguró que el Acuerdo de Paz firmado en 2016 sigue siendo una herramienta vigente y útil para estabilizar el país, siempre que exista voluntad política:

“Implementar el acuerdo resolvería muchos problemas. Las fórmulas están. Solo falta voluntad”, subrayó.

En cuanto a las recientes declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien responsabilizó al Estado de no cumplir el acuerdo durante el gobierno de Santos, el Nobel respondió con ironía:

“Buena pregunta”, dijo, sin entrar en confrontaciones.

Finalmente, el exmandatario lamentó la reciente crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos, calificándola como “muy desafortunada” y recordando que la nación ha sido históricamente aliada estratégica de ese país.

“Ambos presidentes hicieron lo que no debían”, concluyó.