La zozobra y el miedo se apoderan de las comunidades del río Jiguamandó, en el municipio de Carmen del Darién, donde líderes comunitarios y directivos del Consejo Comunitario han sido amenazados de muerte por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), grupo armado que mantiene presencia activa en la zona.

Las intimidaciones, visibilizadas en grafitis como “ELN presente” y amenazas directas escritas en viviendas, han obligado a varios defensores del territorio y de los derechos humanos a abandonar sus hogares en el territorio colectivo de Jiguamandó, dejando atrás su lucha y su vida cotidiana.

“La situación es crítica. Hoy nuestros líderes no pueden ingresar a su territorio porque sus casas están marcadas y su seguridad está en alto riesgo”, denunció una fuente comunitaria, que pidió mantener el anonimato por temor a represalias. Las imágenes de las fachadas intervenidas con mensajes violentos son prueba contundente del amedrentamiento al que están sometidas las comunidades.
Los pobladores hacen un llamado urgente a la Presidencia de la República, al Ministerio del Interior, la Unidad Nacional de Protección y los organismos de control para que atiendan la grave crisis de seguridad y garanticen la vida e integridad de quienes defienden sus derechos y su territorio ancestral.
“El abandono institucional es evidente. No hay presencia efectiva del Estado y nuestras comunidades viven con el temor de que algo peor ocurra. Necesitamos garantías ya”, insistieron desde el Consejo Comunitario.
Mientras tanto, el silencio institucional agudiza la emergencia humanitaria que se vive en este rincón del Chocó. Las voces del Jiguamandó lanzan un SOS por la vida, en un contexto donde ser líder social se ha convertido en una sentencia de muerte.