Arévalo asume la presidencia de Guatemala tras una jornada de tensión
- El presidente colombiano Gustavo Petro acompañó a su homólogo guatemalteco.
Bernardo Arévalo se convirtió en el nuevo presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028, luego de una caótica toma de posesión que se retrasó casi 10 horas por la oposición de algunos sectores en el Congreso. El mandatario, de 65 años, reemplaza al conservador Alejandro Giammattei, quien no asistió al acto y cuya administración estuvo marcada por la corrupción.
El líder del Movimiento Semilla, que se define como progresista y defensor de la democracia, llegó al poder tras una sorpresiva victoria en el balotaje de agosto, en el que derrotó al candidato oficialista. Arévalo, diplomático, sociólogo e hijo del expresidente Juan José Arévalo, ha prometido impulsar reformas radicales y enfrentar los problemas sociales y económicos que aquejan al país.
Sin embargo, su investidura estuvo en riesgo por las acciones de la fiscal general, considerada una aliada de Giammattei, que intentó bloquear la transición con diversas medidas judiciales, como quitarle la inmunidad, suspender su partido y anular las elecciones. Estas acciones generaron el rechazo de la comunidad internacional, que exigió el respeto al voto popular.
La situación se agravó cuando el máximo tribunal de Guatemala determinó que los diputados de Semilla asumirían sus cargos como independientes, debilitando la presencia del partido que solo tiene 23 de los 160 escaños legislativos. Esto provocó disputas en el Congreso y amenazas de los seguidores de Arévalo de tomar el recinto por la fuerza.
No obstante, Arévalo consiguió un importante respaldo el domingo por la noche, cuando Samuel Pérez, un destacado diputado de Semilla, fue elegido como presidente del Congreso, mejorando las perspectivas legislativas del partido. Además, contó con el apoyo del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien se sumó a las voces que pedían la pronta investidura de Arévalo.
Finalmente, Arévalo juró el cargo a primera hora del lunes, ante una multitud de simpatizantes que se congregaron en la Plaza de la Constitución para celebrar la «nueva primavera en Guatemala». El presidente llamó a la unidad nacional y se comprometió a trabajar por el bienestar de todos los guatemaltecos.