•Las alarmas están encendidas en 637 poblaciones, el 58 % del país, ante los impactos del fenómeno. Después de Boyacá, Antioquia es la región con mayor número de alertas.
Los residentes de El Guamo, Bolívar, sufrieron una temperatura agobiante de 38.2 grados centígrados el miércoles, señalando las impactantes consecuencias del persistente fenómeno de El Niño en Colombia. A nivel nacional, 637 de las 1,102 poblaciones están en alerta, con el 58% enfrentando riesgos de incendios forestales debido a las altas temperaturas. Antioquia y Santander son las regiones más afectadas, con el 72% de este último en peligro.
Santander lidera con 60 municipios en alerta roja, enfrentando racionamiento de agua y riesgo de desabastecimiento. La declaración de calamidad pública en Santa Marta destaca la creciente urgencia de abordar los efectos del calor.
Las alarmas persisten, ya que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) estima que El Niño podría extenderse hasta abril, aumentando la amenaza de incendios forestales y sequías que podrían afectar las centrales de energía.
A pesar de las advertencias desde mayo de 2023, el Gobierno declaró oficialmente El Niño en noviembre, intensificándose en enero. Expertos, como Julieta Serna del Ideam, explican que la intensificación se debe a factores complejos más allá de las predicciones.
Especialistas, como Maria del Pilar García Pachón y Diana Cristina Díaz, indican que, aunque las predicciones pueden no haber sido precisas, El Niño se fortaleció naturalmente. Díaz subraya la importancia del monitoreo continuo y la identificación de puntos críticos.
Frente a estos desafíos, el presidente Gustavo Petro alerta sobre la posibilidad de que 2024 sea el año más caluroso de la historia mundial. Es por esto que, el Gobierno Nacional implementará un plan de choque, priorizando el agua e instalando una sala de crisis para coordinar acciones a nivel nacional.