Chile enfrenta una ola de incendios forestales que ha dejado al menos 123 muertos, más de 1.500 viviendas destruidas y 270.000 hectáreas de bosque quemadas, según el último balance del gobierno. El presidente Gabriel Boric declaró el lunes 5 y martes 6 de febrero días de luto nacional por las víctimas del fuego y anunció medidas de apoyo a los damnificados.
Los incendios comenzaron el pasado miércoles en las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía, en el sur del país, donde se registran altas temperaturas y fuertes vientos que han dificultado el control de las llamas. El gobierno declaró estado de desastre en las zonas afectadas y movilizó a más de 2.300 efectivos de emergencia y 75 aeronaves para combatir el fuego.
Las autoridades han detenido a nueve personas por presunta responsabilidad en el inicio de los incendios, de forma intencional o accidental. El Servicio Médico Legal informó que ha identificado 32 cuerpos de los 123 fallecidos que ha recibido hasta el momento. Además, hay al menos 10 desaparecidos y 977 lesionados, entre ellos ocho bomberos.
La región de Valparaíso, en la zona centro-sur del país, ha sido la más golpeada por el fuego, que ha arrasado con miles de viviendas en las localidades de Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, estimó que los daños en la región superan los cientos de millones de dólares.
El presidente Boric visitó el domingo 4 de febrero la zona afectada y expresó su solidaridad con las víctimas. También anunció un plan de reconstrucción que incluye subsidios de arriendo, bonos de enseres, créditos blandos y apoyo psicosocial. Asimismo, dijo que se reforzarán las medidas de prevención y combate de incendios forestales, como la creación de una agencia nacional especializada.
Los incendios en Chile son los más mortíferos de la última década, superando los de 2017, que dejaron 11 muertos, 1.500 viviendas destruidas y 467.000 hectáreas quemadas. El gobierno ha solicitado ayuda internacional para enfrentar la emergencia, que ha generado una gran conmoción en el país y el mundo.