Estos computadores, impresoras láser y video beams no solo ayudan a restituir los derechos de estas comunidades, sino que también forman parte de un proceso integral de atención, asistencia y reparación para las víctimas del desplazamiento forzado.
La incorporación de estas herramientas tecnológicas no solo aumenta la capacidad de atención a estas comunidades, sino que también beneficia a alrededor de 15.000 habitantes en San Juan de Urabá y Turbo.