¿Qué pasó?
Este año, a finales del mes de abril el presidente Gustavo Petro expuso que hay pérdida de munición y de explosivos de los armerillos del Ejército y la Policía, y que estos termina en manos de los grupos armados ilegales.
En la región desaparecieron 633.967 municiones de diferentes calibres de la Policía de Urabá, incluyendo cartuchos para pistolas, un kilómetro de cordón detonante, granadas de mano, entre otros.
Las autoridades investigan si parte de esta munición fue vendida o entregada al Clan del Golfo, pues se encontraron 10.000 cartuchos de munición del Estado en manos de esta organización durante operativos.
5 coroneles y 4 oficiales de la Policía están siendo investigados por este caso en Urabá, pero el proceso es lento, por lo que algunos indiciados están activos, hasta han ascendido y ya disfrutan de su retiro por tiempo cumplido en la institución policial.
Se está implementando un nuevo sistema de registro de municiones para evitar que esto vuelva a suceder. El Ministro de Defensa ha dicho que es «indudable» que hay un faltante de municiones y que se están tomando medidas para corregirlo.
“La acción preponderante del Clan del Golfo en Urabá daría para presumir que las municiones que se pierden en unidades militares en esa región tendrían como destino el Clan del Golfo, pero eso solo podría acreditarse de manera absolutamente cierta en virtud de una investigación que adelantara la Fiscalía General confrontando lotes de municiones perdidas con municiones encontradas en poder del Clan del Golfo”, señaló el ministro de Defensa, Iván Velásquez.
El Ministerio de Defensa asegura que se ha avanzado en otras inspecciones y que las investigaciones continúan.
Fuente: Revista RAYA y Señal Colombia