En un operativo realizado esta semana, el Ejército Nacional de Colombia logró un importante golpe contra la minería ilegal en el Oriente antioqueño. Soldados del Batallón Especial Energético y Vial de la Cuarta Brigada llegaron hasta un punto de difícil acceso en la vereda El Remolino, sobre el río Santo Domingo, en Alejandría, donde destruyeron maquinaria que extraía alrededor de 9.000 gramos de oro al mes.
La operación, que frenó actividades ilícitas valoradas en más de $2.600 millones mensuales, encontró cuatro unidades de producción minera, maquinaria, nueve motores y cuatro dragas tipo buzo. Estas instalaciones estaban causando un daño ambiental significativo, con la deforestación de al menos 600 árboles y la remoción de 16.500 m³ de subsuelo. Las autoridades estiman que la recuperación del área afectada tomaría cerca de 40 años.
Según información de inteligencia, la minería ilegal estaba financiando las actividades criminales de la subestructura Pacificadores de Samaná, quienes utilizaban las ganancias para fortalecer su capacidad bélica y armada, poniendo en riesgo tanto a la Fuerza Pública como a la población civil.
Este operativo se suma a otros esfuerzos recientes contra la minería ilegal en la región. Hace menos de dos meses, la Policía Nacional incautó maquinaria pesada en San Vicente Ferrer, capturando a tres personas. Los ilegales utilizaban brocas de uso industrial para destruir montañas y extraer oro, logrando aproximadamente 800 gramos de oro al mes, valorados en cerca de $216 millones.
Las autoridades han lanzado alertas sobre la contaminación y degradación que está sufriendo el río Calderas y su cuenca debido a la minería ilegal. Esta actividad no solo amenaza el medio ambiente, sino también la economía y el turismo en el Oriente antioqueño.