Ante las pruebas obtenidas por la Fiscalía General de la Nación, Albeiro Manuel Gómez Martinez, alias Cobra, aceptó su responsabilidad en las denominadas masacres de San José de Apartado y La Resbalosa, en las que fueron asesinadas ocho personas, entre ellas tres menores de edad, el 21 de febrero de 2005.

Alias Cobra, en su condición de cabecilla del Bloque Héroes de Tolavá de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dirigió a un grupo de hombres que interceptó a tres integrantes de una misma familia en la vereda Mulatos, en el corregimiento de San José de Apartadó (Antioquia).

En medio de señalamientos de que auxiliaban a otra organización criminal que tenía injerencia en la región, los paramilitares asesinaron a la pareja y a su hijo de 11 años. Minutos después, se trasladaron a la vereda La Resbalosa, en Tierralta (Córdoba), donde sostuvieron un enfrentamiento armado con otra estructura ilegal, en el que murió un hombre.

En medio del intercambio de disparos, ingresaron a una vivienda en la que encontraron muerta a una mujer. Luego de recorrer el inmueble localizaron a dos menores de edad, a quienes atacaron con cuchillos y machetes. El padre de los dos pequeños entró al lugar y también fue agredido con armas blancas.

Las evidencias dan cuenta de que, en ese sitio, alias Cobra decapitó a una niña de cinco años frente a sus subalternos.

Ante los argumentos presentados por un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, y luego de valorar la aceptación voluntaria de cargos, un juez penal especializado de Antioquia condenó a Albeiro Manuel Gómez Martínez a 30 años y

8 meses de prisión por los delitos de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir.

Este proceso se siguió en atención a los parámetros definidos en la Ley 600 de 2000 (anterior Sistema Penal).