Un 15 de abril de 1452, en el pequeño pueblo de Vinci, en las colinas de la Toscana italiana, nació Leonardo da Vinci, uno de los mayores genios de la historia. Hijo ilegítimo de Ser Piero, un notario, y Caterina, una campesina, Leonardo creció rodeado de naturaleza, lo que despertó en él una temprana curiosidad por el mundo que lo rodeaba.
 
Desde niño mostró un talento extraordinario para la música y el dibujo, habilidades que serían apenas el inicio de una mente inquieta y brillante. Con el tiempo, se convirtió en un verdadero polímata: estudió arquitectura, ingeniería, geometría, perspectiva, mecánica e hidráulica, todo con el afán de comprender a fondo cómo funcionaban las cosas.
 
Autor de obras inmortales como La Gioconda y La Última Cena, y creador de innumerables diseños e inventos adelantados a su época, Leonardo es recordado no solo como artista, sino también como científico, anatomista, inventor y visionario.