Pese a los intentos de la defensa por invalidar la imputación, el juez 50 Penal Municipal con funciones de control de garantías avaló este martes la formulación de cargos contra el exalcalde de Medellín Daniel Quintero Calle y otros diez implicados, por su presunta participación en irregularidades alrededor del negocio del megalote Aguas Vivas.

Después de tres maratónicas sesiones, que se extendieron por más de 15 horas, el juez concluyó que la audiencia de imputación cumplió con todos los requisitos legales y se garantizó el debido proceso, desmontando los argumentos de la defensa que señalaban falencias jurídicas.

A Quintero y a su exsecretario General, Fabio Andrés García, se les imputaron los delitos de prevaricato y peculado por apropiación en favor de terceros. Otros exfuncionarios, como Carlos Mario Montoya, Natalia Jiménez, Karen Delgado y Sergio López, enfrentan cargos por interés indebido en la celebración de contratos.

“Aunque Daniel Quintero quiso desde el primer momento sembrar dudas de manera falaz, se demostró que se respetaron los derechos de los imputados”, sentenció el juez durante la diligencia.

La fiscal del caso, Yarlecy Mena, expuso con amplitud los hechos que rodean la presunta apropiación indebida de bienes públicos, en una operación entre el municipio y privados que ha sido calificada como una de las más oscuras de los últimos años en Medellín.

Además del tono tenso por los alegatos jurídicos, la audiencia estuvo marcada por múltiples intentos de la defensa para dilatar el proceso, razón por la cual el juez hizo varios llamados de atención, especialmente a Quintero, por lo que calificó como intervenciones «irrespetuosas».

Tras este aval judicial, el proceso continúa hacia la etapa preparatoria del juicio. Se espera que en las próximas semanas la Fiscalía aporte nuevas pruebas que sustenten su acusación, y la defensa podrá presentar recursos o buscar preacuerdos judiciales.

El caso Aguas Vivas se convierte así en otro frente judicial que enfrenta Daniel Quintero, en medio de un contexto político agitado y con la lupa pública sobre su gestión y los contratos firmados durante su mandato.