El 23 de enero de 1994, un grupo de guerrilleros de las FARC-EP irrumpió en una verbena popular en el barrio La Chinita (Actualmente barrio Obrero), en Apartadó, Antioquia, y disparó contra los asistentes, dejando un saldo de 35 personas muertas y varias heridas. La mayoría de las víctimas eran trabajadores de fincas bananeras, habitantes del barrio y simpatizantes del movimiento Esperanza, Paz y Libertad (desmovilizados del EPL). Los guerrilleros buscaban a dos excombatientes del EPL que se habían reintegrado a la vida civil.

Hoy, tres décadas después de la que fue la mayor masacre cometida por las FARC-EP en la región de Urabá, los familiares de las víctimas siguen exigiendo verdad, justicia y reparación. Aunque en 2016, en el marco de los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las FARC-EP, los exguerrilleros pidieron perdón públicamente por el hecho, las víctimas consideran que no han contado toda la verdad y que no ha habido una reparación integral.

Así lo expresaron en un programa radial transmitido el pasado 22 de enero, en el que hicieron un recuento de lo que ha sido su lucha por la memoria y la dignidad.

«La versión de ellos no es la verdad, la verdad fue que llegaron a masacrar a los que estaban en la verbena. La esperanza es lo último que nosotros perdemos y esperamos que algún día digan toda la verdad» manifestó Silvia Berrocal, madre de Alcides Lozano Berrocal, una de las víctimas.

Las víctimas también han recurrido a instancias internacionales para buscar el reconocimiento de sus derechos. En noviembre de 2020, entregaron un informe a la Comisión de la Verdad sobre la masacre de La Chinita, en el que recogen los testimonios, las acciones y los avances en el proceso de reparación colectiva. El informe fue elaborado con el apoyo de la Unidad para las Víctimas, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría General de la Nación, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Apartadó y la Universidad de Antioquia.

Con motivo de la conmemoración de los 30 años de la masacre, las víctimas realizarán una eucaristía en la Iglesia Santo Eccehomo el martes 23 de enero a las 5:00 p.m. y un acto simbólico en el monumento a las víctimas en el barrio Obrero, donde recordarán y honrarán a sus seres queridos. Asimismo, reiterarán su llamado a la sociedad y al Estado para que no se repitan hechos como este y para que se garantice la no repetición, la reconciliación y la paz.