La crisis energética que afecta al municipio de Acandí, en el departamento del Chocó, obligó nuevamente a recurrir a una solución provisional: la llegada de una nueva planta generadora de energía. Aunque representa un alivio momentáneo para los habitantes, la comunidad insiste en que el verdadero problema sigue sin resolverse: la falta de una conexión directa al sistema eléctrico nacional.

Durante años, Acandí ha enfrentado cortes constantes, racionamientos y un servicio eléctrico inestable, producto de la dependencia de plantas que requieren altos costos de operación y mantenimiento. La nueva planta, adquirida por la Alcaldía Municipal y transportada desde Turbo, Antioquia, se suma a una larga lista de medidas paliativas que no atacan el fondo del problema.

“Nos siguen mandando plantas, pero seguimos en lo mismo: con un servicio limitado, costoso y que no garantiza estabilidad. Aquí lo que se necesita es voluntad del Gobierno Nacional para conectarnos de una vez por todas al sistema interconectado”, reclamó un habitante del barrio Pueblo Nuevo.

La planta fue desembarcada esta semana y será instalada en los próximos días. Aunque se espera que mejore en algo la prestación del servicio, líderes comunitarios y autoridades locales coinciden en que se trata de un parche más frente a una deuda histórica con el norte del Chocó.

Pese a múltiples solicitudes y promesas, el Estado colombiano no ha avanzado en un proyecto definitivo para conectar a Acandí a la red eléctrica nacional. La falta de inversión estructural y el abandono estatal mantienen a esta zona del país dependiendo de soluciones frágiles, en un contexto donde el acceso a la energía no es un lujo, sino una necesidad básica.