Van 16 firmantes asesinados en lo que va del 2025, superando la mitad del total del año pasado
La violencia no da tregua en Antioquia. Este fin de semana fueron asesinados dos firmantes del Acuerdo de Paz en hechos separados ocurridos en Valdivia y Chigorodó, sumando así 16 excombatientes asesinados en lo que va del 2025, una cifra alarmante que representa más de la mitad de los homicidios registrados durante todo el 2024.
La primera víctima fue Robinson Gómez Vélez, quien se encontraba en proceso de reincorporación. Fue asesinado el sábado 12 de abril en vía pública del sector Puqui, en Valdivia, al norte del departamento. Desde hace años, esta zona ha sido señalada por la Defensoría del Pueblo como un territorio en disputa entre grupos armados ilegales como el ELN, el Clan del Golfo y disidencias de las Farc.
Horas después, William Antonio Viloria Hernández, de 44 años, fue atacado con arma de fuego cerca del área urbana de Chigorodó, Urabá antioqueño. Viloria pertenecía aún al AETCR de Caracolí Brisas, en El Carmen del Darién, y también estaba comprometido con el proceso de paz.
Organizaciones como Indepaz y defensores de derechos humanos alertan sobre el incremento de los homicidios selectivos en regiones como el Urabá antioqueño, especialmente en municipios del Eje Bananero, donde el Clan del Golfo mantiene fuerte presencia y control sobre economías ilegales.
Desde la firma del Acuerdo de Paz, la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP ha documentado 456 asesinatos de firmantes en al menos 158 municipios del país, dejando en evidencia los graves riesgos de seguridad que enfrentan quienes dejaron las armas para construir un nuevo futuro.
El clima de zozobra crece entre los firmantes de paz y sus comunidades, mientras que el Estado continúa en deuda con su protección y garantías reales para su reincorporación.