En un contundente golpe a la criminalidad, fue capturado en Medellín Carlos Alberto Mosquera López, alias Churria, señalado como uno de los sicarios más temidos del país y pieza clave del grupo delincuencial organizado los Mexicanos, que opera principalmente en Quibdó, Chocó.
La detención se logró en un operativo articulado entre la Alcaldía de Medellín, la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la Fiscalía General de la Nación, como parte de una ofensiva estratégica contra las estructuras criminales que siembran violencia en el país.
Alias Churria era requerido por las autoridades por su presunta participación en el homicidio del soldado profesional Emerson Robledo Mena. Además, tenía al menos nueve anotaciones judiciales por delitos como extorsión, amenazas, tráfico de estupefacientes y fuga de presos.
De acuerdo con Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín, este peligroso delincuente jugaba un rol central como sicario dentro del grupo los Mexicanos, una estructura criminal que ha desatado el terror en Quibdó mediante ataques armados a establecimientos, intimidaciones a la población y enfrentamientos con otras bandas.
“La captura de alias Churria representa un avance importante en el desmantelamiento de las economías ilegales que se sostienen con sangre, miedo y violencia”, señaló Villa Mejía, destacando que el resultado es fruto del trabajo conjunto de inteligencia territorial, tecnología y colaboración ciudadana.
La Alcaldía de Medellín enfatizó que este tipo de operativos refuerzan su compromiso con la construcción de un entorno seguro y en paz. Las autoridades aseguraron que no cesarán en su esfuerzo por desarticular las redes que operan al margen de la ley.
Alias Churria, además de ser un blanco prioritario por su prontuario criminal, era considerado un símbolo del desafío abierto que los grupos armados ilegales le presentan al Estado en regiones como el Chocó. Su captura envía un mensaje claro: no hay escondite seguro para quienes siembran el terror.