En montañas cercanas a Medellín, se encuentra un rincón de Colombia donde las tradiciones familiares se entrelazan de una manera única. La vereda Amaranto, perteneciente a Ciudad Bolívar, es el hogar de una comunidad donde el matrimonio entre primos es una práctica común, transmitida de generación en generación.

A unas tres horas de la bulliciosa Medellín, Amaranto se distingue por su arraigada costumbre de celebrar matrimonios entre miembros de las familias Vanegas, Galeano y Henao. Esta tradición, que se remonta a los años 1800, ha permitido que la comunidad conserve sus lazos familiares y culturales a lo largo del tiempo.

Con una población estimada de 200 habitantes, Amaranto se caracteriza por sus estrechos lazos familiares. Los residentes explican que esta práctica se mantiene «para conservar la tradición» y porque «las cosas quedan en familia», lo que facilita las relaciones y evita conflictos externos. La lejanía de la vereda y el limitado contacto con personas de fuera de la comunidad han contribuido a la preservación de esta costumbre.

Es importante destacar que, en Colombia, el matrimonio entre primos es legal, lo que ha permitido que esta tradición continúe sin obstáculos legales. Sin embargo, es fundamental aclarar que esta práctica es exclusiva de la vereda Amaranto y no representa a la totalidad de Ciudad Bolívar, conocida como la «Cuna de arrieros».

Amaranto, con su legado único, ofrece una mirada fascinante a las tradiciones y costumbres que aún perduran en algunas comunidades de Colombia. Un lugar donde el amor y la familia se entrelazan.