En una operación conjunta entre la Armada de Colombia y la Fuerza Aérea Colombiana, se logró la incautación de 459,24 kilogramos de cocaína en Barranquilla, en lo que representa un golpe significativo a las finanzas del narcotráfico. Estas drogas, cuyo valor en el mercado estadounidense se estima en más de 15 millones de dólares, estaban destinadas a esconderse en un buque mercante en alta mar.
La acción se desencadenó gracias a investigaciones previas que permitieron la ubicación de una embarcación tipo go fast en la ciénaga de Mallorquín. Tras la detección de la nave sospechosa desde el aire, unidades de Guardacostas iniciaron una persecución, obligando a los individuos a bordo a huir, arrojando paquetes al mar y emplazando la embarcación en tierra.
El Grupo Aeronaval del Caribe desplegó comandos especiales para asegurar la zona, resultando en la captura de un hombre de 60 años y el decomiso de 18 bultos, junto con material utilizado para la contaminación de embarcaciones en alta mar. Las pruebas realizadas confirmaron que los paquetes incautados contenían cocaína.
Se presume que los individuos detenidos planeaban contaminar un buque mercante que había zarpado del puerto de Santa Marta con destino a Costa Rica.