La violencia volvió a irrumpir en el escenario político nacional. El precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, figura del partido Centro Democrático, fue víctima de un atentado a tiros durante un acto público en Bogotá, reavivando los temores sobre la seguridad democrática y la tolerancia política en el país.

El atentado ocurrió mientras Uribe Turbay se dirigía a simpatizantes en el parque El Golfito, en la localidad de Fontibón. En cuestión de segundos, un hombre armado irrumpió por la espalda y le disparó, causándole heridas graves. El senador fue auxiliado por su esquema de seguridad y trasladado al Medical Center de Engativá, donde permanece bajo observación médica. Su estado de salud es reservado.

Por primera vez en este proceso electoral, un precandidato sufre un ataque directo, lo que marca un punto de inflexión en la campaña presidencial de 2026.

El atentado no solo es un ataque contra una persona, sino contra la libertad democrática de participación política.

Diversos sectores han expresado preocupación por un “ambiente de odio e intolerancia” que estaría propiciando actos extremos como este.
Dirigentes de todo el espectro político han condenado el atentado:

Desde figuras del uribismo como María Fernanda Cabal hasta políticos de centro e izquierda como David Luna o Jota Pe Hernández han coincidido en rechazar este tipo de violencia.
El ataque podría servir como catalizador para un llamado a un pacto nacional por la paz política, frente a la creciente polarización
Las autoridades mantienen en reserva los avances de la investigación. Se habla de un capturado, pero no hay confirmación oficial sobre los móviles del ataque. El país sigue a la espera de respuestas claras y acciones contundentes.

Este atentado revive traumas colectivos del pasado, cuando la política en Colombia se dirimía entre balas y atentados. En una era que parecía haber dejado atrás ese capítulo oscuro, lo ocurrido con Miguel Uribe plantea una pregunta inquietante:
El ataque contra Miguel Uribe no es solo un hecho aislado: es una alerta sobre el estado de la democracia colombiana. La respuesta del país en justicia, en unidad y en defensa del pluralismo definirá no solo la campaña presidencial que se avecina, sino el rumbo mismo de la nación.

Por yujalon99