El 22 de abril de 2024, Colombia fue testigo de una de las mayores manifestaciones contra el gobierno de Gustavo Petro. Se estima que fueron más de 500,000 personas las que se movilizaron en las principales ciudades del país, con Medellín reportando más de 300,000 manifestantes y Bogotá alrededor de 80,000.

Las marchas, que se extendieron en al menos 20 ciudades, estuvieron marcadas por pancartas con frases como «Fuera Petro» y «No a la destrucción de Colombia». La oposición, con figuras como María Fernanda Cabal a la cabeza, expresó su rechazo a lo que consideran una gestión gubernamental improvisada y perjudicial para el futuro del país. Sin embargo, durante esta jornada premió la desinformación, los discursos de odio y en ciudades como Medellín hubo ataques por parte de los manifestantes a la prensa alternativa.

En respuesta a estas movilizaciones, el presidente Gustavo Petro se pronunció a través de su perfil en X (anteriormente Twitter), calificando la jornada de «débil» fuera de las principales ciudades y acusando a los promotores de las marchas de buscar un «golpe blando». Según Petro, el objetivo de las protestas es «derrocar el Gobierno del Cambio» y «anular la decisión popular por el cambio en 2022». A pesar de sus críticas, aseguró que se respetaron los derechos de los manifestantes y la libertad de expresión.

El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y el director de la Policía Nacional, William René Salamanca, destacaron el carácter pacífico de las manifestaciones y el esfuerzo conjunto de las autoridades para mantener la seguridad. Por su parte, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, comparó las marchas con las protestas dirigidas al expresidente Iván Duque, enfatizando la diferencia en el trato recibido por parte de la fuerza pública hacia los manifestantes.