En un nuevo golpe a la estructura del Clan del Golfo, las autoridades capturaron a tres presuntos integrantes de esta organización criminal en el municipio de Apartadó. Raúl Beltrán Parra, Manuel Segundo Llanes Jiménez y Luis Miguel Torreglosa Berrocal fueron sorprendidos en una vivienda de la vereda Arenales, donde funcionaba un sofisticado centro de comunicaciones utilizado para coordinar operaciones delictivas.

La diligencia judicial, llevada a cabo el pasado 26 de julio, permitió incautar un arsenal que incluía un fusil calibre 5.56, un revólver, municiones y equipos de comunicación de alta frecuencia. Según las investigaciones, este lugar había sido estratégicamente escogido por el grupo armado ilegal para interceptar comunicaciones de la fuerza pública y establecer contacto con otras facciones criminales.

«La ubicación de este centro de comunicaciones era clave para las operaciones del Clan del Golfo en la región», afirmó un investigador de la Fiscalía. «Desde este punto, los delincuentes podían monitorear las frecuencias de la policía y el Ejército, lo que les permitía anticiparse a los operativos y coordinar sus actividades delictivas».

Es importante destacar que Raúl Beltrán Parra, uno de los capturados, tenía una orden de captura vigente por el delito de acceso carnal violento y ya había sido condenado a 12 años y 6 meses de prisión.

Los tres detenidos fueron presentados ante un juez de control de garantías, quien les imputó los delitos de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, así como utilización ilícita de redes de comunicaciones.