La Clínica Chinita ha declarado una emergencia funcional tras alcanzar una ocupación superior al 180 por ciento, situación que compromete seriamente su capacidad de respuesta y pone en alerta al sistema de salud en la región de Urabá.
En un comunicado oficial, la institución informó que esta crisis ha sido provocada por múltiples factores que se han agravado en la última semana. Entre ellos destacan:
Alta demanda de pacientes de otros municipios y departamentos vecinos, como Córdoba y Chocó, lo que ha desbordado los servicios disponibles.
Falta de medicamentos y deficiencias en el manejo ambulatorio, generando descompensación en enfermedades crónicas que requieren atención de urgencia y hospitalización.
Retrasos en las remisiones a otras IPS de mayor complejidad, lo que impide liberar camas y agrava el nivel de ocupación, una situación que es responsabilidad directa de las EPS.
Grave crisis económica, producto de una cartera creciente con las EPS, que pone en riesgo el funcionamiento de la clínica, el pago al personal y a los proveedores.
Limitaciones normativas e infraestructurales, según lo estipulado en la Resolución 3100 de 2019, que impiden habilitar áreas de expansión por fuera de los estándares establecidos.
Frente a este panorama, la Clínica Chinita hace un llamado urgente a las demás IPS de la región para que reciban a los pacientes de sus propios municipios y eviten derivaciones innecesarias que agraven la situación. Igualmente, solicita a los usuarios de las diferentes EPS buscar atención en otros centros habilitados, en la medida de lo posible, para contribuir a descongestionar los servicios.
La dirección de la clínica reiteró su compromiso con el bienestar de los pacientes y aseguró que continuará monitoreando la situación para tomar las decisiones necesarias, dentro de un marco de seguridad, calidad y humanización del servicio.
José Manuel Camargo Ortiz, gerente de la institución, agradeció la comprensión de la comunidad y el apoyo de todos los actores del sistema de salud en este momento crítico.