Comfenalco Antioquia le apuesta a la educación para la transformación social de las regiones, es por ello, que continúa con la entrega de becas a niños, niñas y adolescentes matriculados en jardines infantiles, colegios regulares privados, desde el grado de transición hasta el grado 11, y en instituciones especializadas para personas con discapacidad.

De los 10.300 millones de pesos que la Caja invirtió en las nueve subregiones de Antioquia, para asignar más de 7.000 becas, 221 millones de pesos se quedaron en Urabá para favorecer a más de 160 estudiantes en instituciones de calidad y contribuir a su permanencia en las aulas de clase.

Uno de los beneficiados con estas becas, es Sebastián Sepúlveda, un niño de 10 años que tiene autismo, por lo que estudia en el Colegio Adventista de Apartadó, una institución especializada para personas con esta condición, donde cursa el grado quinto y recibe atención personalizada en su proceso de aprendizaje, socialización y comunicación.

Su padre, Carlos Alberto Sepúlveda, explica que esta beca le cubre el 100 por ciento de su mensualidad, lo que es un gran alivio para su hogar porque le permite estar en un colegio especializado, ajustado a sus necesidades; así como continuar con su proceso de aprendizaje. “Hace cuatro años recibo esta beca, la educación en el colegio es muy buena y acorde a las capacidades de mi hijo, él se ha adaptado, estudia muy contento y los profesores lo conocen y acompañan”, resalta.

Ana María Restrepo Aguilar, coordinadora de Educación Formal de Comfenalco Antioquia, afirma que “estas becas no sólo son pensadas para alivianar las cargas de las familias, sino que también brinda una educación de acuerdo con las necesidades y procesos de cada alumno; también acompañamos el proyecto de vida, tanto de los estudiantes como de sus padres y de la comunidad educativa que está alrededor de este ecosistema”.

La Caja tiene una apuesta muy fuerte alrededor de las becas que fortalecen la educación en el territorio para impactar a las familias y a los municipios de la región y llevar oportunidades de calidad. Esta alternativa demuestra la apuesta social en las regiones y reafirma el compromiso de transformar vidas a través de la educación.

Las becas se entregan a afiliados de la Caja, categorías A y B, es decir que, sumados los ingresos familiares, no superen los cuatro salarios mínimos. El subsidio educativo permite el acceso y la permanencia de niños, niñas y adolescentes en el sistema educativo regular de carácter privado y favorece el proceso de ingreso de las personas con discapacidad y sus familias a servicios de atención integral en instituciones especializadas que atienden necesidades específicas.