Colombia enfrenta una crisis de combustible aéreo debido a la escasez de Jet A1 en varios aeropuertos, lo que ha generado preocupación en el sector aéreo y el gobierno. La falla eléctrica en la Refinería de Cartagena el 16 de agosto afectó la producción y distribución de combustible, agravándose en los últimos días.

 

Las aerolíneas han alertado sobre la falta de suministro, suspendiendo la venta de boletos para ciertos destinos y anticipando posibles cancelaciones de vuelos. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha emitido un comunicado advirtiendo sobre la escasez en varios aeropuertos.

 

El gobierno y Ecopetrol han respondido con medidas para evitar un colapso en el transporte aéreo. El presidente Gustavo Petro ha negado la escasez de combustible, sugiriendo una «actividad irregular» en investigación. Ecopetrol ha logrado estabilizar la producción en la Refinería de Cartagena y anunció la importación de 100,000 barriles adicionales de Jet A1.

 

La ministra de Transporte, María Constanza García, ha destacado que se están tomando medidas preventivas y que no se han reportado cancelaciones significativas de vuelos. La escasez de combustible afecta a miles de pasajeros y pone en riesgo sectores clave como el turismo.

 

El gobierno y las entidades pertinentes deben trabajar en conjunto para garantizar un suministro constante de combustible y evitar mayores interrupciones en los servicios aéreos. La situación persiste, y las aerolíneas y pasajeros esperan que el suministro se normalice lo antes posible.