Puerto Colombia amaneció con una nueva herida abierta. Una fiesta electrónica terminó en tragedia la noche del lunes 2 de junio, cuando cuatro hombres armados irrumpieron a tiros en una finca cerca de la caseta de Papiros, en la Vía al Mar. El saldo: tres muertos, nueve heridos y una comunidad sumida en el miedo.
Entre las víctimas fatales se encontraba Maciel Karina Gómez Gómez, una joven de 25 años, DJ y comunicadora social. Minutos antes del horror, compartía historias en su Instagram desde la tarima: luces, música, alegría. Nadie imaginaba que serían sus últimas publicaciones.
Maciel no solo era la DJ del evento. También era hermana de una de las organizadoras y una figura emergente en la escena electrónica del Caribe colombiano. Vivía entre Barranquilla y Bogotá, donde cultivaba su carrera en la música y en los medios. La noche del ataque, subió un video desde la fiesta: “Aquí, en la rumba”, escribió, sin saber que era un adiós.
l ataque ocurrió en una casa-finca cercana al colegio Altamira. Según testigos, los sicarios llegaron en dos motocicletas y dispararon sin mediar palabra contra los asistentes. El lugar, hasta ese momento un espacio de celebración, se convirtió en un campo de horror. Botellas rotas, cuerpos en el suelo, gritos de auxilio, y el eco de la música interrumpida por los disparos.
Además de Maciel, murieron Luis Alfredo Vergara y Ronaldo José Alarcón, ambos de 25 años. Nueve personas más resultaron heridas y fueron trasladadas de urgencia a la Clínica Portoazul Auna. Entre ellas hay jóvenes entre los 20 y 30 años, varios aún en estado delicado.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado los móviles del crimen. Aunque se habla extraoficialmente de posibles disputas entre grupos criminales, no hay pronunciamientos oficiales. La Policía Metropolitana de Barranquilla está a cargo de la investigación.
Esta nueva masacre revive el recuerdo de la tragedia ocurrida en junio de 2023 en Villa Campestre, donde tres miembros de una familia fueron asesinados por sicarios vinculados con la banda ‘Los Costeños’. Aunque no hay evidencia que conecte ambos hechos, la violencia vuelve a teñir de sangre a Puerto Colombia.
Más allá de ser una víctima más, Maciel Gómez era una joven con sueños, con pasión por la música, la vida nocturna y los medios. Desde sus redes compartía su día a día como DJ, pero también como mujer caribeña que rompía estereotipos en un espacio dominado por hombres.
Hoy, sus seguidores, amigos y familiares lloran su partida. Su perfil en Instagram se ha llenado de mensajes de despedida, con una constante: «Te fuiste haciendo lo que amabas». La fiesta donde sonaba su música fue también el escenario de su despedida.
La masacre de Maciel y los otros dos jóvenes no puede ser un número más en la estadística. La comunidad exige respuestas, no solo sobre los responsables, sino sobre las razones por las cuales estos espacios terminan siendo blancos de violencia armada.
Puerto Colombia necesita garantías para la vida. Y Maciel, Luis y Ronaldo merecen justicia. Las autoridades tienen la palabra.