La Defensoría del Pueblo alerta sobre el incremento de riesgos sanitarios en la región de Urabá-Darién debido al cierre de la frontera entre Colombia y Panamá. A través de su Centro de Analítica de Datos en Derechos Humanos y la delegada para los Derechos de la Población en Movilidad Humana, se elaboró un modelo analítico prospectivo que analiza la vulneración de derechos humanos.
Este estudio se centró en Carepa, Necoclí, Arboletes, Turbo, San Juan de Urabá, Apartadó y San Pedro de Urabá, en Antioquia, y Acandí y Unguía, en Chocó, municipios que forman parte del Urabá-Darién, subregión que tiene alrededor de 480.000 habitantes, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Los registros del Sistema Visión Web, gestionado por la Defensoría, han evidenciado que el derecho esencial a la salud es uno de los más vulnerados en la subregión del Urabá-Darién. Según el modelo analítico prospectivo, si los cierres fronterizos provocaran la permanencia de un 10% a un 20% de la población migrante en esta zona, se prevé un aumento significativo en la propagación de enfermedades y una sobrecarga en la red hospitalaria.
Según este modelo, si los cierres fronterizos resultaran en la permanencia de un 10% a un 20% de la población migrante en la subregión del Urabá-Darién, se proyecta que en un período de seis meses a un año, los municipios que experimentarían el mayor incremento poblacional serían San Juan de Urabá, con 5713 personas adicionales (2.9%), Arboletes, con 3400 personas (2.0%) y San Pedro de Urabá, con 3230 personas (1.9%).
El modelo proyecta que el área de influencia de la subregión Urabá-Darién podría experimentar un aumento en las tasas de contagio de varias enfermedades por cada 1000 habitantes:
* Sífilis congénita: 5.7%
* Chikunguña y dengue: 5.2%
* Leptospirosis: 4.7%