Un suboficial del Ejército Nacional en uso de buen retiro ha realizado una denuncia pública en la que expresa su profunda preocupación por la crítica situación que enfrentan los usuarios del Dispensario Médico de la Brigada 17 (BR-17), debido a la ausencia de contratos en la Zona de Urabá para la prestación de servicios médicos especializados.
Según el denunciante, han transcurrido ya cuatro meses sin que se establezcan convenios con las clínicas locales, lo que obliga a remitir a los pacientes exclusivamente a Medellín o al Hospital Militar Central en Bogotá. Esto, a pesar de que en la región de Urabá existen centros de salud como la Clínica Panamericana, Clínica La Urabá y el Instituto Neurológico, que cuentan con cerca del 90% de los especialistas necesarios para atender a los pacientes de forma oportuna y eficiente.
“La auditora médica del dispensario está enviando todas las remisiones a Medellín o a Bogotá, cuando en nuestra zona tenemos profesionales y entidades capaces de responder con calidad, siempre y cuando se gestionen los contratos y pagos a tiempo”, manifestó el suboficial retirado.
El impacto económico sobre los usuarios también ha sido severo. El costo de una cita con un especialista, asumida de manera particular, puede oscilar entre 220.000 y 250.000 pesos. No obstante, cuando se logra acceder a una cita por vía de tutela, el costo total de un desplazamiento a Medellín —incluyendo transporte, alimentación y alojamiento— puede superar los 800.000 pesos por paciente y acompañante, sin contar los traslados aéreos cuando son requeridos.
“Esto es un derroche de recursos del sistema de salud militar, que podrían invertirse localmente y beneficiar directamente a los usuarios”, añadió el denunciante, quien hizo un llamado a la Fiscalía General de la Nación para que investigue esta situación y se tomen medidas urgentes.
En Urabá, se estima que existen cerca de 1.600 usuarios en uso de buen retiro con diferentes patologías, y en total, la población atendida asciende a casi 8.000 usuarios, quienes hoy enfrentan serias barreras para acceder a servicios médicos básicos y especializados, según manifiesta el suboficial retirado