Las disidencias de las extintas FARC continúan sembrando terror en diversas regiones de Colombia. Este miércoles, en el departamento del Cauca, se registraron siete atentados en menos de 24 horas en municipios como Toribío, Corinto, Caldono, Santander de Quilichao y Cajibío. Los ataques incluyeron drones cargados con explosivos, ráfagas de fusil contra estaciones de Policía y bases militares, dejando varias personas heridas, entre ellas dos menores de edad y un uniformado.

Los atentados parecen haber sido perpetrados en conmemoración de la muerte de Manuel Marulanda Vélez, alias «Tirofijo», líder histórico de las FARC. En un video difundido en redes sociales, Néstor Gregorio Vera, alias «Iván Mordisco», comandante de las disidencias del Estado Mayor Central, reapareció refiriéndose a estos hechos.

El Frente 33, por su parte, está aprovechando el cese al fuego para expandir su presencia en la región del Catatumbo y recuperar territorios, según un informe de Human Rights Watch. Mientras tanto, la violencia sigue afectando a la población civil, lo que llevó al alcalde de Suárez, César Cerón, a hacer un llamado a los grupos armados y al Gobierno para encontrar soluciones negociadas que eviten un mayor deterioro de la situación humanitaria.

El ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, condenó los ataques y anunció una recompensa de hasta $300 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables. Aseguró que la Fuerza Pública está desplegada en la zona, pero la población del Cauca y otras regiones del país continúan padeciendo la violencia, sin ver avances concretos en la política de «paz total» impulsada por el Gobierno.