En una revelación impactante, la investigación realizada por Vorágine ha sacado a la luz conexiones alarmantes en el escándalo del hotel Gotham. El dueño del hotel, identificado como Bradley Hinkelman, un empresario canadiense con inversiones significativas en Medellín, se encuentra en el centro de la controversia.

El 28 de marzo, el estadounidense Timothy Alan Livingston fue descubierto en el hotel Gotham con dos niñas menores de edad. A pesar de ser detenido por la policía, Livingston fue liberado y posteriormente abandonó Colombia, lo que ha llevado al presidente Gustavo Petro a solicitar su extradición.

La investigación de Vorágine ha desentrañado que Hinkelman también tiene vínculos con Dominick Divencenzo, un exmilitar estadounidense capturado el 26 de febrero de 2024 por delitos sexuales contra menores de 16 años. Divencenzo había adquirido un apartamento en un edificio administrado por Casacol, una de las empresas de Hinkelman, y había establecido una relación con la compañía que iba más allá de lo profesional.

Los detalles de esta investigación son perturbadores y plantean serias preguntas sobre las responsabilidades y protocolos de las empresas involucradas. Con el cierre definitivo del hotel Gotham anunciado tras el escándalo, la atención se centra ahora en las medidas que se tomarán para prevenir incidentes similares en el futuro.