Durante el festival de porras celebrado en la Institución Educativa Central de Currulao, un lamentable incidente dejó como saldo dos jóvenes con quemaduras de segundo grado. Julián Andrés Trespalacios, de 18 años, y Yuris Tatiana Torregrosa Martínez, de 15, resultaron heridos tras una exhibición de fuego que salió mal.

Debido a la gravedad de sus heridas, una de las víctimas fue remitida a Medellín para recibir atención especializada, mientras que otro espera ser remitida en las próximas horas.

Daifer Borja, un experimentado manipulador de fuego con más de 10 años de trayectoria, analizó el video del incidente y señaló varios errores cruciales que pudieron haber desencadenado la tragedia.

  • Falta de profesionalismo: Borja criticó el hecho de permitir que personas sin experiencia realicen este tipo de actos, subestimando la peligrosidad del fuego.
  • Uso de gasolina: El experto señaló que la gasolina es un combustible altamente inflamable y que existen alternativas más seguras y potentes.
  • Espacio reducido: Realizar el acto dentro de un círculo de fuego y en un espacio cerrado como un polideportivo aumentó significativamente el riesgo de accidentes.
  • Proximidad al público: La falta de distancia entre el manipulador y el público expuso a los espectadores a un peligro innecesario, especialmente considerando la imprevisibilidad del viento en espacios cerrados.

Borja hizo un llamado a la comunidad a contratar siempre a profesionales capacitados para realizar este tipo de exhibiciones. «El fuego no es un juego», enfatizó el experto, destacando la importancia de la preparación y la responsabilidad en la manipulación de sustancias inflamables.