La Mesa de Concertación de Políticas Salariales y Laborales se reunió este martes para iniciar las negociaciones sobre el salario mínimo que regirá en 2024. Esta mesa incluye representantes de empresarios, trabajadores y el Ministerio del Trabajo como mediador.
Durante la apertura de la sesión, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, expresó su esperanza de que, a pesar de las diferencias, se pueda trabajar arduamente para contribuir al país. Afirmó que el Gobierno Nacional está dispuesto a colaborar con una mente abierta y determinación.
Al igual que en el año 2022, la discusión sobre el salario mínimo este año no será sencilla, ya que la inflación sigue siendo un desafío considerable para los ingresos de los trabajadores. Por ello, se prevé un aumento de dos dígitos, dado que las proyecciones indican que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerrará 2023 cercano al 10%.
Aunque se espera que la inflación disminuya significativamente para 2024, es poco probable que se cumpla la meta del 3 % establecida por el Banco de la República hasta el año 2025. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, estima que el IPC se situará entre el 4 % y el 5 % el próximo año.
A pesar de que el salario mínimo podría aliviar algunos problemas macroeconómicos del país (siendo importante mencionar que no somos la única economía enfrentando desafíos similares), el acceso a este ingreso es limitado. Aproximadamente el 45,41 % de los ocupados (equivalente a 10,31 millones de personas) ganan menos que este umbral salarial.