San Roque, un pequeño municipio del Nordeste antioqueño, se encuentra en el centro de un escándalo de corrupción tras revelarse el desfalco de $5.300 millones de sus arcas públicas. Lo más alarmante: una sola empleada habría logrado desviar el 5% del presupuesto municipal a sus cuentas personales sin ser detectada por años.
El caso salió a la luz el pasado 13 de marzo, cuando el actual alcalde, Luis Alejandro Villegas, denunció en un video oficial la millonaria irregularidad detectada tras su empalme con la administración saliente del exalcalde Javier Alberto López García. La revisión financiera reveló un déficit de $3.000 millones solo en 2023, cifra que aumentó conforme avanzaban las investigaciones.
Las pesquisas apuntan a una funcionaria de la Secretaría de Hacienda, quien, desde 2021, habría desviado fondos públicos a sus cuentas personales. Pese a la gravedad de la situación, el anterior gobierno municipal no detectó ni reportó las anomalías.
La sospecha se confirmó en diciembre de 2024, cuando la Alcaldía interpuso una denuncia ante la Fiscalía. En una reunión posterior, la implicada admitió abiertamente el desvío de dinero, que según el alcalde Villegas, pudo haberse destinado a mejorar la salud, el deporte, las vías terciarias y el bienestar de los adultos mayores del municipio.
Ante la magnitud del escándalo, el exalcalde Javier Alberto López García, la exsecretaria de Hacienda y la funcionaria implicada fueron detenidos y enfrentan investigaciones judiciales. Mientras tanto, la administración actual ordenó una auditoría forense y solicitó el apoyo de la Procuraduría y la Contraloría General de Antioquia para esclarecer los hechos.
San Roque sigue conmocionado, preguntándose cómo fue posible que miles de millones de pesos se esfumaran sin dejar rastro y sin que nadie, en la administración anterior, diera la voz de alerta.