En un acto público sin precedentes en el Urabá antioqueño, el presidente Gustavo Petro ofreció excusas oficiales en nombre del Estado colombiano a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, reconociendo la responsabilidad por las violencias sufridas durante décadas de conflicto armado.
La ceremonia se llevó a cabo este jueves como parte de un proceso de reparación simbólica y reconocimiento internacional a esta emblemática comunidad campesina, que desde 1997 ha resistido a la guerra mediante un modelo de autogobierno y neutralidad frente a todos los actores armados, incluido el propio Estado.
“Venimos a reconocer que el Estado colombiano, en distintas formas, falló en proteger a esta comunidad”, expresó el presidente Petro. La Comunidad de Paz ha sido blanco de múltiples violaciones a los derechos humanos, incluyendo masacres, desplazamientos y persecuciones sistemáticas, pese a su declarado compromiso con la no violencia.
Con más de 27 años de historia, la Comunidad de San José de Apartadó se ha convertido en un símbolo de resistencia civil y construcción de paz desde lo rural. Su lucha ha sido reconocida por organismos internacionales de derechos humanos, pero también ha costado la vida de decenas de líderes y habitantes que pagaron con sangre su decisión de no alinearse con ninguna fuerza armada.
El acto de perdón representa un paso importante hacia la verdad, la justicia y la reparación integral, aunque líderes de la comunidad reiteraron que siguen enfrentando riesgos y estigmatización. “Las palabras deben traducirse en garantías reales para que no se repita la historia”, expresó uno de sus voceros.
Este reconocimiento se suma a los compromisos del actual gobierno con la implementación integral del Acuerdo de Paz y la justicia restaurativa en territorios altamente golpeados por el conflicto como Urabá.