Tras cuatro meses de sequía, con 618 incendios forestales y 20 municipios afectados por la escasez de agua, Antioquia entra en su temporada de lluvias. Se espera que esta temporada, la cual se prolongará hasta mayo, sea de condiciones normales, según pronósticos del Sistema de Alerta y Monitoreo de Antioquia (SAMA) y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), ya que el fenómeno de El Niño ha perdido fuerza.

El director del Dagran, Carlos Ríos Puerta, señaló que se prevé un aumento del 10% al 30% en las precipitaciones respecto a la climatología habitual, y que están trabajando en colaboración con los consejos municipales de gestión del riesgo de desastres para mitigar posibles impactos.

En Urabá aún no se registran fuertes lluvias, sin embargo, esta región y especialmente Turbo y Apartadó han sido víctimas de este fenómeno. De momento, varios habitantes y comerciantes de Apartadó han alertado sobre el taponamiento en los desagües de las alcantarillas. Pero hasta ahora, de acuerdo con lo que informan los ciudadanos, no se ha hecho nada al respecto.

Por otro lado, entre las recomendaciones para esta temporada se encuentran asegurar techos y objetos susceptibles de ser arrastrados por el viento, evitar arrojar basura que pueda obstruir el sistema de alcantarillado, vigilar los niveles de ríos y quebradas, y tomar precauciones durante tormentas eléctricas.