La cancha vibró, el público estalló y el talento local volvió a decir presente. Con una contundente victoria 4-0, la Institución Educativa J.J. Vélez se coronó nuevamente campeona del torneo de fútbol masculino categoría juvenil, dejando claro que su dominio en la cancha no es casualidad, sino el fruto de la disciplina, el trabajo en equipo y una pasión que se respira desde los entrenamientos hasta el último minuto del partido.
La final, disputada contra la I.E. San Pedro Claver, no fue pareja. El J.J. Vélez impuso su ritmo desde el arranque, desbordó con velocidad, definió con categoría y dejó sin respuestas a un rival que, aunque luchó, no logró contener la avalancha ofensiva.
Más allá del marcador, este triunfo refleja la importancia del deporte escolar en un territorio donde las oportunidades muchas veces escasean. Cada gol es una respuesta al abandono, cada pase una alternativa a la violencia, y cada victoria una esperanza sembrada en las canchas de barrio.
Desde sectores institucionales se aplaudió el resultado y se reiteró el compromiso con el deporte y la juventud. Sin embargo, la verdadera historia está en esos jóvenes que día a día se esfuerzan, en entrenadores que forman más que futbolistas, y en una comunidad que sueña con ver en sus muchachos no solo campeones, sino referentes.
Hoy no solo ganó el J.J. Vélez. Ganó la perseverancia. Ganó la fe en el talento local. Ganó Apartadó.