El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llamó «loco hijo de puta» al presidente ruso, Vladimir Putin, durante un acto de recaudación de fondos para su campaña de reelección en San Francisco, California. El comentario, que fue captado por los micrófonos y difundido por los medios de comunicación, provocó una dura reacción del Kremlin, que acusó a Biden de degradar a su país y de comportarse como «un vaquero de Hollywood».
Biden hizo el insulto al referirse al cambio climático como la última amenaza existencial para la humanidad, y al criticar a Putin y a otros líderes que, según él, no prestan atención a este problema y se enfocan en los conflictos nucleares.
«Esta es la última amenaza existencial. Es el clima. Tenemos un loco hijo de puta como Putin y otros, y siempre tenemos que preocuparnos por los conflictos nucleares, pero la amenaza existencial para la humanidad es el clima», dijo Biden a un pequeño grupo de donantes.
No es la primera vez que Biden usa un lenguaje ofensivo contra Putin. En 2021, lo calificó de «asesino» y le culpó de la muerte del líder opositor ruso Alexéi Navalni, que falleció en prisión tras una huelga de hambre. Putin respondió entonces deseándole «buena salud» a Biden y retándolo a un debate en vivo. El Kremlin también ha negado cualquier implicación en el caso Navalni y ha rechazado las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo este jueves que el comentario de Biden sobre Putin era «inaceptable» y «degradante» para Estados Unidos y para quienes usan ese vocabulario.
«Es improbable que el uso de tal lenguaje contra el jefe de otro Estado por parte del presidente de Estados Unidos afecte a nuestro presidente, el presidente Putin», dijo Peskov. Añadió que Biden estaba tratando de parecer «un vaquero de Hollywood» y que eso era «un pobre intento de demostrar su fuerza».
La tensión entre Estados Unidos y Rusia se ha incrementado en los últimos meses por varios motivos, como la situación en Ucrania, donde Rusia ha desplegado miles de tropas cerca de la frontera; la ciberseguridad, tras los ataques informáticos atribuidos a hackers rusos; y los derechos humanos, por las protestas y detenciones de los seguidores de Navalni. Ambos países han expulsado a varios diplomáticos y han reducido sus embajadas.
Biden y Putin tienen previsto reunirse en junio en Ginebra, Suiza, en un intento de rebajar la escalada y buscar áreas de cooperación. Sin embargo, el insulto de Biden podría complicar el diálogo y aumentar la desconfianza entre las dos potencias nucleares. Algunos analistas consideran que Biden está adoptando una postura más dura y confrontativa que su antecesor, Donald Trump, que fue acusado de ser demasiado complaciente con Putin. Otros opinan que Biden está tratando de presionar a Putin para que ceda en algunos temas de interés para Estados Unidos.