La Universidad de Antioquia ha retomado un proyecto de venta de propiedades con el objetivo de recaudar hasta $92.000 millones y así enfrentar su crisis financiera. La institución ha insistido en la necesidad de revisar la regulación de las transferencias que recibe, las cuales han resultado insuficientes.
La iniciativa de enajenación de activos se presenta como parte de un plan para mejorar el flujo de caja, que ha sufrido graves problemas debido a la insuficiencia de las transferencias. A pesar de implementar un plan de austeridad que recortó muchos de sus gastos operativos, la universidad continúa experimentando dificultades para cumplir con el pago de sus empleados. En una ocasión, la institución se vio obligada a posponer el pago de la liquidación de contratos de cátedra hasta el último día hábil del mes siguiente a la finalización de dichos contratos, lo que generó descontento entre los profesores.
La situación ya se había tensado desde mayo pasado, cuando por primera vez en cinco décadas, la universidad no pudo pagar a tiempo a sus docentes, lo que obligó a realizar los pagos de manera escalonada.
En respuesta a esta crisis, el rector Jhon Jairo Arboleda propuso un debate para modificar las normativas que regulan las transferencias a la universidad y anunció que se buscarán nuevas fuentes de financiamiento para asegurar la estabilidad económica de la institución.