La comunidad educativa exige mantenimiento urgente para evitar una tragedia
La situación de deterioro en la infraestructura de una institución educativa del Distrito Portuario de Turbo ha generado alarma entre estudiantes, docentes y padres de familia. Más de 600 alumnos de primaria y secundaria reciben clases en condiciones precarias, con riesgos latentes que podrían desencadenar accidentes graves.
La rectora de la institución, Candy Salas Mendoza, denunció que desde 2007, cuando se entregó la sede, no se ha realizado el mantenimiento adecuado. «Estas instalaciones, desde el 2007 que se realizó la entrega, no han recibido el mantenimiento necesario para mantenerlas en condiciones seguras», advirtió la directiva.
El colegio enfrenta problemas graves como moho, humedad e inundaciones en varias zonas, lo que pone en peligro a la comunidad estudiantil. Juan Gabriel Mejía, estudiante de grado 11, expresó su preocupación por la crisis estructural del plantel: «Hemos tenido algunos accidentes debido al deterioro de la institución educativa. Algunas paredes están deterioradas, hay zonas mojadas y resbalosas que pueden provocar caídas».
Además del riesgo estructural, la institución enfrenta un preocupante aumento en la deserción escolar. La profesora Merlyn Yannet Rentería lamentó la pérdida progresiva de estudiantes: «Nos impacta la falta de alumnos en nuestra institución. No tenemos ni mil estudiantes a la fecha, realmente es preocupante». Según la docente, han implementado estrategias como visitas casa a casa, reuniones con padres de familia y perifoneo, sin obtener los resultados esperados.
Ante esta crisis, la comunidad educativa hace un llamado urgente a la administración municipal para que intervenga y solucione los problemas de infraestructura que ponen en peligro a los estudiantes y afectan la calidad educativa en Turbo. Según los afectados, es necesario actuar antes de que ocurra una tragedia irreversible.