El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se declaró ganador de las elecciones presidenciales del domingo 4 de febrero con más del 85% de los votos, un resultado sin precedentes en la historia democrática del país. Bukele, de 42 años, se convierte así en el primer mandatario salvadoreño que logra una reelección inmediata en casi 100 años, gracias al aval de la Corte Suprema de Justicia, controlada por magistrados afines a su gobierno.

Bukele, que llegó al poder en 2019 con el partido Nuevas Ideas, ha mantenido una alta popularidad entre los salvadoreños por su polémica política de seguridad contra las pandillas, que ha reducido los índices de homicidios y extorsiones. También ha impulsado programas sociales, como la entrega de bonos y paquetes alimentarios, para mitigar los efectos de la pandemia de covid-19.

Sin embargo, su gestión ha sido criticada por organismos de derechos humanos, medios de comunicación y sectores de la oposición, que lo acusan de autoritarismo, de vulnerar la independencia de poderes y de atentar contra la libertad de expresión. Además, su reelección ha generado preocupación entre la comunidad internacional, que ve en riesgo la estabilidad democrática e institucional de El Salvador.

Bukele ha rechazado las críticas y ha asegurado que su reelección es una muestra de la voluntad popular y de la necesidad de continuar con el cambio que inició hace dos años. También ha dicho que buscará fortalecer las relaciones con sus aliados, como Estados Unidos y China, y que trabajará por el desarrollo económico y social de su país.

Los resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral aún no se han anunciado, pero se espera que confirmen el triunfo aplastante de Bukele. El principal contendiente del presidente fue el candidato de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), Carlos Calleja, que obtuvo alrededor del 10% de los votos, según el sondeo a boca de urna de la encuestadora CID-Gallup. Los otros dos candidatos, Hugo Martínez, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), y Josué Alvarado, de Vamos, no superaron el 2% de los sufragios.

La participación electoral fue del 67%, la más alta desde el fin de la guerra civil en 1992, lo que refleja el interés de los ciudadanos por el futuro político de El Salvador. Bukele asumirá su segundo mandato el 1 de junio de 2024 y gobernará hasta 2029, con el control de la Asamblea Legislativa y el respaldo de una mayoría de la población.