El papa Francisco hizo su regreso por sorpresa este domingo ante los fieles en la Plaza de San Pedro, después de más de un mes de convalecencia y tratamiento médico.

El pontífice, de 88 años, fue visto por primera vez en público tras haber estado hospitalizado durante 38 días debido a problemas respiratorios graves. Durante su aparición, Francisco fue llevado en silla de ruedas, como resultado de sus problemas de movilidad, y estaba recibiendo oxígeno a través de cánulas nasales.

El papa fue ingresado en el hospital el 14 de febrero tras ser diagnosticado con una neumonía bilateral, una condición que llegó a poner en peligro su vida. Sin embargo, logró superar la enfermedad y fue dado de alta el 23 de marzo. En ese momento, se mostró brevemente a través de un balcón del hospital, para hacer un gesto hacia los fieles que lo aguardaban con preocupación.

Desde su salida del hospital, el papa había permanecido aislado en la Casa Santa Marta del Vaticano, donde se estaba recuperando y realizando su tratamiento. Su aparición ante los fieles, aunque sorpresiva, fue un símbolo de su recuperación y un gesto de agradecimiento por el apoyo recibido.