En la bahía de Cispatá, San Antero, el pescador Prudencio Hernández sorprendió a la comunidad al capturar un sábalo de 49,5 kilos y 1,70 metros de largo. El hecho ocurrió frente al restaurante Don Calamar, en el barrio Miramar, y dejó boquiabiertos a residentes y visitantes.

Esta inusual captura resalta la riqueza natural del Caribe colombiano y la habilidad de los pescadores artesanales de la región, pilares de la identidad cultural y económica de San Antero.