El Ideam ha señalado que marzo marca el inicio de la transición hacia la temporada de lluvias, lo que podría conllevar alertas por desbordamientos y deslizamientos, entre otros eventos climáticos.

Según las previsiones meteorológicas, marzo es el periodo de cambio entre la temporada seca y la temporada lluviosa, especialmente en áreas como la región Andina.

Con la llegada de las lluvias, las autoridades, especialmente en lugares como Antioquia, están atentas al aumento del caudal de los ríos y a posibles deslizamientos, debido a la acumulación de agua en las montañas.

Aunque las lluvias ayudan a mitigar el impacto del Fenómeno del Niño, las transiciones entre temporadas son cada vez menos predecibles, lo que aumenta la intensidad de los fenómenos climáticos.

Las autoridades están preparando protocolos de emergencia para los meses de marzo, abril y mayo, en previsión de cualquier eventualidad.