•El canadiense, según autoridades que investigan el crimen de Laura Lopera, salió hace cuatro días desde Rionegro hasta Bogotá y de la capital viajó a Guatemala. Trabajan para que la Interpol emita circular azul.

Con circular azul comenzarán a buscar al ciudadano canadiense Jesse Gilbert Wiseman, señalado de haber asesinado a Laura Lopera en Medellín, y meter su cuerpo en una maleta. La Policía Nacional de Colombia espera que, con la cooperación de las autoridades de otros países, se logre dar con la captura de este peligroso hombre, acusado del crimen por la familia de la joven de 21 años que apareció muerta en una casa de Medellín.

De acuerdo con las investigaciones, el hombre estaría huyendo por Centroamérica: «“Dentro las investigaciones se han podido determinar que este ciudadano canadiense había salido del país hace cuatro días por la ruta Rionegro – Bogotá y Bogotá – Guatemala. Ya se activó a través de Interpol la búsqueda internacional. De todas formas, sigue el proceso investigativo y pues sería uno de los primeros indiciados, pero no descartamos cualquier otra hipótesis”, afirmó el general José Ramírez, director del servicio de Policía.

En las últimas horas se han revelado unos escalofriantes audios que le había enviado por WhatsApp su pareja sentimental, un ciudadano canadiense que huyó de Colombia y es el principal sospechoso de este feminicidio. Con tono agresivo, un español limitado, y en medio de groserías, el sujeto le reclamaba a Laura Lopera: “Puta madre te dije si tu vienes yo voy a tener a tu vuelo por Western (sic), te dije, vienes hablemos y yo voy a resolver los problemas y soy puta enojado ahora contigo (sic). No me escuchas, no me escuchas, debes escucharme, venga y vamos resolver todos (sic). No me hables por puto WhatsApp, párate”.

Laura Isabel Lorepa Osorio, de 21 años, era madre de una niña de 3 añitos. Desde hace unos tres meses, según sus allegados, sostenía una relación con el extranjero. Eran muchos los sueños de esta joven colombiana, entre ellos, terminar su bachillerato. Sin embargo, después de estar desaparecida durante ocho días, fue encontrada sin vida, dentro de una maleta y con graves signos de violencia, en el segundo piso de una casa del barrio Bostón.

Juan Manuel Lopera, su hermano, relató cómo llegaron hasta allí y descubrieron la macabra escena: «Yo le escribía por las redes y no daba señal de nada. Ya entonces se nos dio la curiosidad de que un amigo de ella la trajo (al lugar de los hechos) y ahí nos dimos cuenta de la verdad de lo que había pasado».