En una sesión clave para el futuro del sistema de salud en Colombia, la Cámara de Representantes aprobó en segundo debate la reforma a la salud impulsada por el gobierno de Gustavo Petro. Con una votación de 90 votos a favor y 28 en contra, el proyecto supera un nuevo obstáculo y se encamina a su tercer debate en la Comisión Séptima del Senado.
El articulado aprobado consta de 62 artículos, de los cuales 50 fueron modificados y 22 nuevos fueron incluidos. Estos cambios contemplan desde el fortalecimiento del Invima, un observatorio de salud mental, la convalidación ágil de títulos en salud obtenidos en el extranjero, hasta estímulos para investigadores y una política de autocuidado.
La propuesta plantea un giro estructural en la atención en salud, estableciendo un modelo basado en la Atención Primaria en Salud (APS), el cual prioriza la prevención de enfermedades y la promoción de la salud. También modifica la organización de los servicios con la creación de redes integradas territoriales de salud (RIITS) y centros de atención prioritaria en salud (CAPS), a los cuales deberán afiliarse los ciudadanos.
Este proyecto ha sido una de las banderas más controversiales del gobierno Petro. Su primera versión fue archivada en el Senado, lo que generó una crisis política que incluyó la salida del entonces ministro de Salud, Alejandro Gaviria, y la ruptura de la coalición oficialista en el Congreso. Para esta nueva versión, el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo logró acuerdos con seis EPS del régimen subsidiado en un intento por garantizar su viabilidad.
Superado este segundo debate, el proyecto pasará a la Comisión Séptima del Senado, donde enfrentará su mayor reto. La anterior reforma también llegó a esta instancia, pero se hundió por falta de apoyo. Ahora, el Gobierno deberá negociar con las bancadas senatoriales para garantizar su aprobación.
Si el Senado la aprueba en tercer y cuarto debate, la reforma será sancionada como Ley de la República. De lo contrario, enfrentará el mismo destino de su antecesora y quedará archivada.
El debate sigue abierto y las posturas están divididas: mientras el Gobierno insiste en la necesidad de una reforma estructural, sectores de la oposición y parte del gremio médico advierten sobre los riesgos de los cambios propuestos. ¿Logrará esta vez superar todos los filtros del Congreso? La batalla por la reforma apenas comienza.