Uno de los cambios aprobados en la reforma laboral, que ha superado su primer debate de cuatro en el Congreso, es la formalización del trabajo doméstico. Según el texto aprobado, los empleados domésticos deberán contar con un contrato de trabajo escrito, el cual debe estar estipulado conforme a las normas existentes y registrado en la Planilla Integrada de Liquidación de Aportes (Pila).
Además, se establece que, dentro de un plazo de 12 meses a partir de la vigencia de la ley, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones desarrollará un sistema de información para facilitar dicho registro.
Por último, se creará una Subcomisión de Seguimiento del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tendrá carácter permanente. Esta subcomisión contará con la participación de las organizaciones más representativas de trabajadoras y trabajadores del servicio doméstico, y se encargará de dar seguimiento a lo estipulado en este artículo.