En la madrugada del 26 de mayo, hombres armados, presuntamente integrantes del ELN, atacaron la autopista del Río Grande, en el departamento del Cesar, incinerando 32 vehículos y maquinaria amarilla en el kilómetro 20 de la vía que conecta a Curumaní con Pelaya.

Los vehículos pertenecían a una concesionaria encargada de obras de mantenimiento vial en la zona. Durante el hecho se escucharon múltiples detonaciones y se reportaron nuevos ataques en tramos cercanos. Dos vigilantes fueron retenidos y golpeados, aunque posteriormente liberados y atendidos por personal médico.

El secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, pidió intervención urgente del Gobierno Nacional y denunció una “oleada terrorista” en el sur del departamento. Las autoridades continúan con operativos de control e investigan los hechos, advirtiendo además sobre la presencia de otros grupos armados como el Clan del Golfo y los Pachencha.