La amenaza del “Plan Pistola” del Clan del Golfo ha obligado a las autoridades a imponer restricciones para proteger a la población.

Una nueva ola de violencia sacude a Antioquia. Desde hace dos semanas, el departamento enfrenta una arremetida criminal atribuida al llamado “Plan Pistola” del Clan del Golfo, que ha dejado como saldo trágico la muerte de ocho uniformados y un civil. Ante esta situación, varios municipios han decretado medidas de seguridad extraordinarias, incluyendo toques de queda y restricciones a la circulación de parrilleros en motocicleta.

En el Urabá antioqueño, los municipios de Carepa, Necoclí y San Pedro de Urabá mantienen activas las restricciones. A estos se sumaron San Roque, en el Nordeste, y Ciudad Bolívar, en el Suroeste del departamento.

La primera localidad en aplicar las medidas fue Ciudad Bolívar, tras el asesinato del patrullero Rubén Darío Velásquez Guevara el pasado 30 de abril en el vecino municipio de Salgar. Allí se decretó un toque de queda entre las 10:00 p.m. y las 4:00 a.m., y se prohibió la circulación de parrilleros mayores de 12 años. No obstante, este viernes la Alcaldía anunció que las restricciones fueron levantadas tras una llamada del comandante de la Policía, coronel Jaime Manuel Villamizar.

En Carepa, el toque de queda sigue vigente desde la medianoche hasta las 5:00 a.m., mientras que la circulación de parrilleros está prohibida desde las 7:00 p.m. hasta las 5:00 a.m. En Necoclí, las autoridades ordenaron el cierre temprano de los establecimientos comerciales (11:00 p.m. entre semana y 1:00 a.m. los fines de semana), así como restricciones al tránsito nocturno de parrilleros y vehículos que transporten escombros o cilindros de gas. También se prohibieron eventos que generen aglomeraciones.

Por su parte, en San Pedro de Urabá, el toque de queda se decretó entre las 11:00 p.m. y las 5:00 a.m. del 29 de abril al 2 de mayo, pero algunas medidas siguen vigentes, como la prohibición del parrillero hombre entre las 8:00 p.m. y las 5:00 a.m. y el cierre nocturno de los alrededores de la estación de Policía. Además, se limitó la jornada laboral de los funcionarios públicos hasta las 5:00 p.m.

Las autoridades piden a la ciudadanía acatar las medidas y colaborar con las fuerzas de seguridad, mientras se refuerza la presencia institucional para frenar esta nueva escalada violenta que revive los temores de épocas pasadas en el departamento