En octubre de 2024, Ada Evelyn Ardila Pérez, de 38 años, falleció en Medellín tras someterse a una liposucción en un apartamento utilizado como consultorio clandestino. Durante el procedimiento, los supuestos cirujanos la abandonaron mientras convulsionaba y con el abdomen abierto.
La víctima acudió al lugar junto a su sobrina, confiando en las promesas de mejora estética ofrecidas por los presuntos médicos. Al iniciar la cirugía, la sobrina escuchó los gritos de Ada y, al ingresar a la sala, la encontró convulsionando, mientras los falsos médicos y la asistente ya habían huido. A pesar de los esfuerzos por salvarla, Ada fue declarada sin signos vitales al llegar las autoridades.
Este caso es parte de una problemática mayor en Medellín, donde en 2024 se registraron 125 hospitalizaciones y 14 muertes relacionadas con cirugías estéticas clandestinas. Las autoridades han intensificado la búsqueda y judicialización de organizaciones que ofrecen estos tratamientos ilegales, resaltando la importancia de verificar la legitimidad de los establecimientos y la idoneidad de los profesionales antes de someterse a cualquier procedimiento estético.
Tras meses de investigación, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses concluyó que la muerte de Ada Evelyn fue un homicidio, evidenciando una intención deliberada de acabar con su vida. Las autoridades continúan en la búsqueda de los responsables de este trágico suceso