En un discurso ante el Congreso de Estados Unidos, el presidente Donald Trump reafirmó su intención de recuperar el control del Canal de Panamá, lo que ha provocado una respuesta enérgica del gobierno panameño.

«Mi administración recuperará el Canal de Panamá, y ya hemos empezado a hacerlo», declaró Trump en su primera intervención ante el Congreso en su segundo mandato. Su discurso ha generado preocupación y controversia, encendiendo el debate sobre la soberanía del canal, un tema que históricamente ha sido sensible en las relaciones entre ambos países.

En simultaneo a estas declaraciones, Trump aplaudió la adquisición liderada por la empresa estadounidense Black Rock, que compró por 22.800 millones de dólares la mayor parte del negocio portuario del conglomerado hongkonés CK Hutchison. Esta operación otorga al consorcio estadounidense el control de los principales puertos en ambos extremos del canal de Panamá, un movimiento que se da después de que la Casa Blanca presionara para que estos activos dejaran de estar en manos chinas.

La transacción involucra el 90% de la empresa Panama Ports Company, la cual ha operado los puertos de Balboa y Cristóbal por más de dos décadas. Según CK Hutchison, el consorcio ahora administrará 43 puertos con 199 atracaderos en 23 países. Esta compra estratégica podría reforzar el control estadounidense sobre las rutas comerciales del canal.

La firme oposición de Panamá

Las declaraciones de Trump no tardaron en recibir una respuesta categórica por parte del presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien negó rotundamente cualquier negociación con Estados Unidos sobre la recuperación del canal.

«Nuevamente miente el presidente Trump. El Canal de Panamá no está en proceso de recuperación y mucho menos es un tema que se haya tratado en nuestras conversaciones con el secretario Rubio ni con ningún otro funcionario estadounidense. Rechazo a nombre de Panamá y de todos los panameños esta nueva afrenta a la verdad y a nuestra dignidad como nación. El Canal es panameño y seguirá siendo panameño», sentenció Mulino.

El presidente panameño dejó claro que la cooperación con Estados Unidos debe basarse en entendimientos mutuos, pero sin interferir en la soberanía nacional.

¿Un nuevo conflicto diplomático?

El Canal de Panamá, una de las rutas comerciales más importantes del mundo, conecta 1.920 puertos en 170 países y juega un papel clave en la economía global. Más del 75% de los buques que lo atraviesan tienen su origen o destino en Estados Unidos, lo que explica el interés estratégico de Washington.

Sin embargo, la compra de los puertos y las declaraciones de Trump han generado inquietud en Panamá y en la comunidad internacional. Mientras algunos analistas ven en este movimiento un intento de Estados Unidos por consolidar su influencia en la región, otros advierten que podría provocar tensiones innecesarias entre ambos países.

Por ahora, el gobierno panameño se mantiene firme en su postura de defensa de la soberanía del canal.

¿Estamos ante el inicio de un nuevo conflicto diplomático? La historia y el futuro del canal de Panamá parecen estar, una vez más, en el centro de la geopolítica mundial.