Cada 9 de febrero se conmemora en Colombia el Día del Periodista, una fecha que no solo marca el inicio del periodismo escrito en el país, sino que también nos recuerda el poder de la palabra para dar forma a la realidad. Es un homenaje a quienes, con tinta y voz, construyen relatos, capturan matices y dan sentido a una sociedad en constante transformación.
Celebrar esta fecha es reconocer la valentía de aquellos que, con ética y pasión, persiguen la verdad y la comparten con el mundo. Los periodistas no solo informan; son guardianes de la memoria, testigos del presente y narradores de historias que, a través de sus letras, nos ayudan a entender quiénes somos y hacia dónde vamos. Poseen el don de ver más allá de lo evidente, de descubrir en los detalles aquello que muchos pasan por alto, convirtiendo cada hallazgo en un reflejo de la realidad que merece ser contada.
El periodismo no es solo una profesión; es una vocación que nace del alma, una entrega constante a la búsqueda de la verdad. Es la pasión de quienes no solo escriben historias, sino que las sienten, las viven y las transforman en puentes de comprensión para el mundo. Ser periodista es caminar en la delgada línea entre la urgencia y la precisión, es aprender a domar el vértigo de la inmediatez sin perder la esencia de lo verdadero.
Hoy, el periodismo navega en aguas desafiantes, enfrentando la desinformación que amenaza la verdad, la polarización que fragmenta el diálogo y la precariedad laboral que debilita su independencia. A esto se suman los riesgos que enfrentan quienes se atreven a contar lo que otros quieren silenciar y la necesidad constante de reinventarse en un mundo digital vertiginoso.
Aun así, la esencia del periodismo permanece intacta: la búsqueda incansable de la verdad, el compromiso con la sociedad y la valentía de quienes, a pesar de todo, siguen contando las historias que el mundo necesita escuchar.
Gabriel García Márquez lo expresó con claridad: «El periodismo es la mejor profesión del mundo. Nadie ha inventado todavía una manera mejor de contar la vida.» Su frase resalta la belleza y la importancia de esta labor como herramienta para narrar la realidad y conectar con el público. En la misma línea, Leila Guerreiro nos recuerda que «el periodismo es un oficio que se aprende haciendo, pero que también exige una reflexión constante sobre el propio trabajo y sobre el papel que juega el periodista en la sociedad.» Su reflexión invita a cuestionar, mejorar y adaptarse a los desafíos de un mundo en constante cambio.
Gabriel García Márquez, con su herencia narrativa y su compromiso de narrar la vida en sociedad, dejó un legado imborrable en el periodismo latinoamericano. Leila Guerreiro, por su parte, representa la esencia del periodismo narrativo contemporáneo, inspirando nuevas formas de contar historias y resaltando el poder de las palabras.
En el Día del Periodista, honremos la pasión por la verdad y el compromiso con la sociedad. Que cada historia contada sea un paso más hacia un mundo más informado, justo y libre.