En una agónica última jornada del Brasileirao, la derrota de Santos y los triunfos de Vasco da Gama y Bahía llevaron al equipo paulista a la foto menos deseada: la del descenso. Jugará en la Serie B de Brasil por primera vez en su historia. Flamengo, Sao Paulo y Cuiabá quedan como únicos clubes que nunca han bajado de la primera categoría.

Después de 63 temporadas y 8 títulos, Santos se despide de la máxima categoría. Y lo hizo de una forma realmente cruel. Llegaba a la última jornada con 43 puntos, uno por encima de Vasco da Gama (42) y con dos de ventaja sobre Bahía (41). En la última jornada, sus rivales se enfrentaban a RB Bragantino (6º) y Atlético Mineiro (2º), mientras que Santos se medía a Fortaleza (10º). Sus dos adversarios ganaron, 2-1 y 4-1, y el equipo paulista perdió por 1-2 en casa.

El descenso del equipo desencadenó un comportamiento caótico entre algunos seguidores. Más allá de los cánticos y alaridos al término del partido, la situación se tornó complicada para la policía, que tuvo que intervenir en múltiples ocasiones frente a los seguidores del equipo brasileño. Inmediatamente después del silbato final, varios aficionados intentaron irrumpir en el campo con la intención de atacar a los jugadores.

A partir de ese momento, el caos se apoderó de las calles: vehículos, incluyendo autobuses, fueron incendiados, dejando impactantes imágenes que reflejan la intensidad de la noche en el estadio Urbano Caldeira de Santos. Entre los automóviles afectados se encontraba el del jugador de Santos, el colombiano John Stiven Mendoza.

Estrellas como Clodoaldo, Pelé, Alex, Robinho, Neymar y Rodrygo Goes fueron exjugadores de este mítico club, el cual tendrá que remar desde abajo para volver a sus épocas de gloria. Por su parte, Neymar a través de sus redes sociales publicó una historia respaldando a su equipo mencionando que: «Volveremos a sonreír».